Sin éxito culminan las negociaciones entre Nissan y Honda.

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Las conversaciones entre las empresas automovilísticas de Japón sobre una posible unión concluyeron sin éxito. Este proceso, iniciado el diciembre pasado tras la firma de un memorando de entendimiento, buscaba establecer una de las mayores compañías automotrices del mundo, situándose por detrás de otras grandes corporaciones del sector.

La idea inicial consistía en crear una sociedad holding compartida, donde ambas compañías tendrían una participación igualitaria. No obstante, en el transcurso de las discusiones, una de las partes propuso cambiar la estructura para que la otra se transformara en una filial a través de un intercambio de acciones. Esta sugerencia causó fricciones, pues la empresa que pasaría a ser subsidiaria temía perder su independencia y no lograr su mayor potencial. Como consecuencia, se decidió dar por terminadas las negociaciones y cancelar el memorando de entendimiento.

La propuesta inicial contemplaba la formación de una sociedad holding conjunta, en la que ambas empresas tendrían una participación equitativa. Sin embargo, durante las discusiones, una de las partes sugirió modificar la estructura para que la otra se convirtiera en una subsidiaria mediante un intercambio de acciones. Esta propuesta generó tensiones, ya que la empresa que sería subordinada temía perder su autonomía y no poder alcanzar su máximo potencial. Como resultado, se decidió poner fin a las negociaciones y rescindir el memorando de entendimiento.

La situación económica de ambas empresas muestra diferencias notables. Una de ellas informó recientemente una caída del 7% en sus beneficios durante los primeros nueve meses del año fiscal, sumando aproximadamente 805 mil millones de yenes (cerca de 5 mil millones de dólares). En contraste, la otra empresa está enfrentando retos más serios, con una disminución del 98% en sus ganancias durante el mismo periodo, obteniendo beneficios de 5.148 millones de yenes (aproximadamente 32,1 millones de euros). Esta última también ha anunciado planes para eliminar 9.000 empleos y reducir su capacidad de producción global en un 20%, como parte de una estrategia de reestructuración para enfrentar sus problemas financieros.

La situación financiera de las dos compañías presenta contrastes significativos. Una de ellas reportó recientemente una disminución del 7% en sus ganancias durante los primeros nueve meses del año fiscal, alcanzando aproximadamente 805 mil millones de yenes (alrededor de 5 mil millones de dólares). Por otro lado, la otra empresa ha enfrentado desafíos más pronunciados, con una caída del 98% en sus beneficios durante el mismo período, registrando ganancias de 5.148 millones de yenes (aproximadamente 32,1 millones de euros). Esta última también ha anunciado planes para reducir 9.000 puestos de trabajo y disminuir su capacidad de producción global en un 20%, como parte de una estrategia de reestructuración para abordar sus dificultades económicas.

Asimismo, la alianza estratégica que mantiene una de estas empresas con un fabricante europeo fue un elemento adicional en las negociaciones. Este fabricante tiene una participación considerable en la compañía japonesa, lo que complicó las negociaciones sobre la estructura de propiedad y control en la potencial fusión. El fabricante europeo manifestó que las condiciones sugeridas, incluyendo la falta de una prima por la transacción, resultaban inaceptables, y respaldó la decisión de su socio japonés de continuar con su plan de recuperación de forma independiente.

En este escenario, la empresa con más dificultades económicas está buscando alternativas para mejorar su posición en el mercado. Una opción es asociarse con un destacado fabricante taiwanés de productos electrónicos, famoso por ensamblar dispositivos para grandes empresas tecnológicas. Este fabricante ha manifestado interés en comprar la participación que el socio europeo tiene en la empresa japonesa, con el fin de establecer una colaboración en el desarrollo y producción de vehículos eléctricos. Sin embargo, hasta el momento, no se han realizado conversaciones formales a nivel gerencial entre las partes implicadas.

En este contexto, la empresa que enfrenta mayores desafíos financieros está explorando otras opciones para fortalecer su posición en el mercado. Una posibilidad es la colaboración con un importante fabricante taiwanés de productos electrónicos, conocido por ensamblar dispositivos para grandes compañías tecnológicas. Este fabricante ha mostrado interés en adquirir la participación que el socio europeo posee en la empresa japonesa, con el objetivo de establecer una cooperación en el desarrollo y producción de vehículos eléctricos. No obstante, hasta la fecha, no se han llevado a cabo discusiones formales a nivel de gestión entre las partes involucradas.

La industria automotriz global se encuentra en un período de transformación, impulsado por la transición hacia vehículos eléctricos y tecnologías de conducción autónoma. Las alianzas y colaboraciones entre fabricantes tradicionales y empresas tecnológicas se están volviendo cada vez más comunes, ya que buscan combinar experiencia en ingeniería automotriz con innovación tecnológica para mantenerse competitivos en un mercado en constante evolución.