Hace 40 años, la película Volver al futuro (1985), dirigida por Robert Zemeckis, se estrenó como una comedia de ciencia ficción que rápidamente se convirtió en un éxito mundial. La historia de Marty McFly, un joven estudiante de secundaria que, accidentalmente, viaja en el tiempo en un automóvil DeLorean inventado por su excéntrico amigo Doc Brown, ha perdurado como uno de los mayores logros del cine moderno. Sin embargo, el camino hacia su éxito no fue nada fácil. Antes de convertirse en una de las franquicias más emblemáticas de la historia del cine, Volver al futuro fue rechazada 40 veces durante un período de cuatro años.
A pesar de los obstáculos iniciales y los rechazos por parte de diversos estudios, la película logró ser estrenada, convirtiéndose en la más taquillera de 1985 y dando pie a dos secuelas que consolidaron su lugar en la historia del cine. La historia de cómo este fenómeno cultural llegó a la pantalla es, en sí misma, una lección sobre perseverancia y la capacidad de una buena idea para triunfar a pesar de las adversidades.
El origen de una idea revolucionaria
El concepto para Volver al futuro surgió en 1980, mientras el coguionista Bob Gale estaba en una visita a sus padres en Saint Louis. Durante esa estadía, descubrió el anuario de su padre, quien había ocupado el puesto de presidente en su clase de graduados de 1940. Este descubrimiento llevó a Gale a imaginarse cómo habría sido asistir al colegio junto a su propio padre. Esta introspección sobre las diferencias generacionales y los vínculos familiares fue la semilla que dio origen a la historia de Volver al futuro.
Sin embargo, aunque la idea de la película estaba clara desde el principio, el camino para llevarla a cabo fue largo y tortuoso. Gale y Zemeckis se enfrentaron a una industria cinematográfica que en 1981 veía con escepticismo las historias sobre viajes en el tiempo. En ese momento, este tipo de películas no tenían un historial de éxito comercial. A pesar de las dificultades, los guionistas siguieron desarrollando el guion, que incluía elementos muy distintos a los que finalmente llegaron a la pantalla, como un chimpancé en lugar del perro Einstein, o un refrigerador en vez de un DeLorean como máquina del tiempo.
Los obstáculos en el camino
Un reto importante para la cinta fue el rechazo persistente por parte de los estudios. A pesar de ser expuesta en varias juntas, los directivos de Hollywood no mostraron mucho entusiasmo. En un ejemplo especialmente sorprendente, Tom Wilhite, vicepresidente de desarrollo creativo en Disney, desestimó la idea, considerando inaceptable que un joven viajara en el tiempo e involuntariamente afectara la relación de sus padres, sugiriendo un tema tan controvertido como el incesto.
Este rechazo no fue el final del proyecto, sino solo otro tropiezo en el largo camino hacia su realización. Los guionistas no se dieron por vencidos y, con el paso de los años, esperaron pacientemente a que el momento adecuado llegara. El cambio en la industria llegó con el éxito de la película Romancing the Stone (1984), dirigida por Zemeckis. Este éxito renovó el interés en los proyectos de Zemeckis y permitió que finalmente Volver al futuro fuera aceptada y producida.
El instante de la revelación
Una vez que Volver al futuro comenzó a filmarse, las cosas se movieron rápidamente. La elección de Michael J. Fox como protagonista fue clave para el éxito de la película, a pesar de las dificultades logísticas. Fox, quien estaba comprometido con la serie Family Ties, tenía que dividir su tiempo entre el rodaje de la serie y la película, trabajando largas horas durante el día y la noche para cumplir con ambos compromisos.
La película se presentó por primera vez al público en mayo de 1985, durante una proyección de prueba en San José, California. La respuesta del público fue inmediata y entusiasta. Desde el momento en que Marty McFly entra al café en 1955 y se encuentra con su joven padre, la audiencia reaccionó positivamente, y el resto de la película se desarrolló con el mismo entusiasmo. Fue este feedback el que convenció a los productores de que Volver al futuro sería un éxito asegurado.
El impacto cultural y el legado
El estreno oficial de Volver al futuro en Estados Unidos, el 3 de julio de 1985, marcó el inicio de una de las franquicias más exitosas de la historia del cine. La película no solo batió récords de taquilla, sino que también recibió numerosos premios, incluidos un Óscar, tres Premios Saturn y un Premio Hugo. Su tema principal, The Power of Love, interpretado por Huey Lewis and the News, también se convirtió en un éxito.
Además de su logro en taquilla, Volver al futuro dejó una marca imborrable en la cultura popular. Con sus continuaciones, Volver al futuro II (1989) y Volver al futuro III (1990), la serie se afianzó como una de las favoritas y más conocidas, no solo en el ámbito cinematográfico, sino también en otros medios y productos de entretenimiento. En la actualidad, continúa siendo un símbolo constante de nostalgia para los seguidores y un punto de referencia en la historia del cine de ciencia ficción.
La lección detrás del éxito
El extenso camino que llevó a Volver al futuro a convertirse en un triunfo demuestra que incluso las propuestas más creativas pueden ser rechazadas inicialmente, pero que la persistencia y la pasión por narrar una buena historia pueden superar los desafíos más grandes. Esta película no solo es un testimonio del talento de sus creadores, sino también de la relevancia de confiar en una idea, incluso cuando parece que el entorno no está preparado para ella.