Wilson Witzel: Destituido el gobernador de Río de Janeiro, acusado por fraude en contratos durante la gestión de la pandemia | Internacional

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WIlson Witzel, durante una conferencia de prensa en agosto de 2020.PILAR OLIVARES / Reuters

Un tribunal especial de Brasil formado por jueces y diputados destituyó este viernes por unanimidad al gobernador de Río de Janeiro, el conservador Wilson Witzel acusado de fraude en contratos para la gestión de la pandemia de la covid-19.

La decisión culminó un largo juicio político abierto en junio del año pasado en la Asamblea Legislativa de Río de Janeiro contra Witzel, quien ya estaba suspendido del cargo por orden del Superior Tribunal de Justicia (STJ). El tribunal especial mixto encargado de decidir sobre el impeachment, integrado por cinco diputados regionales y cinco jueces, encontró culpable a Witzel de irregularidades en diversas contrataciones y malversación de recursos públicos destinados para la covid-19.

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Río de Janeiro es uno de los Estados brasileños más afectados por la pandemia, con casi 44.500 fallecidos y más de 740.000 casos de coronavirus, según datos oficiales.

La destitución de Witzel confirma, con carácter definitivo, al vicegobernador Claudio Castro, sobre el que también pesan sospechas de corrupción, como gobernador de Río hasta las elecciones de 2022.

El órgano colegiado también decidió, por mayoría de nueve votos a favor y uno en contra, inhabilitar políticamente a Witzel durante cinco años, por lo que estará impedido de concurrir a unas elecciones durante ese periodo.

Witzel, exjuez y antiguo fusilero naval, fue elegido gobernador de Río en 2018, con la promesa de emplear mano dura contra el crimen y bajo la bandera de tolerancia cero contra la corrupción.

En un primer momento se posicionó como un aliado del presidente, el ultraderechista Jair Bolsonaro, aunque posteriormente se distanció hasta convertirse en un opositor a su Gobierno. Con el estallido de la pandemia, Witzel fue objeto de operaciones policiales por el presunto desvío de recursos públicos previstos para la construcción de hospitales de campaña destinados a enfermos con la covid-19.

También fue acusado de orquestar una organización criminal dedicada a la corrupción y recibir sobornos de un empresario del área de salud que se adjudicó varios de los contratos de emergencia para hacer frente a la pandemia. Con base en esas investigaciones, diputados de la oposición solicitaron a la asamblea fluminense iniciar un proceso de destitución que finalmente concluyó este viernes.

Witzel, de 51 años, casado y con cuatro hijos, era un ilustre desconocido para la mayoría de los brasileños hasta poco antes de las elecciones de 2018, y un novato en la política. 20 días antes de aquellos comicios, tenía el 2% de las intenciones de voto. Witzel nunca se había presentado para un cargo, pero pensó que tenía el perfil adecuado para el momento que vivía Brasil en 2018, bajo la insignia “del orden al caos” que la operación anticorrupción Lava Jato había inaugurado en 2014.

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